Comprobación en condiciones extremas

Antes de iniciar la producción, las muestras de las correas son sometidas a distintas pruebas para comprobar su resistencia y calidad. En dichas pruebas se comprueba la resistencia a la tensión, la torsión, la abrasión, el sudor, la humedad, la radiación ultravioleta, el agua salada y el desgaste, así como la hermeticidad.

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TENSIÓN Y TORSIÓN

La prueba de resistencia tensil se realiza ejerciendo una tensión cada vez más fuerte sobre las correas, hasta que se rompen. La prueba de torsión consiste en someter las correas a un movimiento de torsión para comprobar el ratio consistencia-flexibilidad.


 

ABRASIÓN

La prueba de resistencia a la abrasión permite comprobar la resistencia del color de la piel ante un roce constante y continuo a distintos niveles de intensidad.

SUDOR

La prueba de resistencia al sudor, que dura varios días, consiste en sumergir las correas en una solución química muy ácida que reproduce las características del sudor con un pH específico.

HUMEDAD

Esta prueba simula la combinación de humedad y temperatura elevadas y mide la reacción de la correa ante estas condiciones.

RADIACIÓN ULTRAVIOLETA

Las correas se someten durante 72 horas a la acción de rayos ultravioleta reproducidos en laboratorio que simulan la radiación de seis días de sol en las horas más calurosas del verano. Las correas también se exponen a luz artificial para simular su exhibición en los escaparates de las boutiques.

PRUEBA DE HERMETICIDAD

Permite registrar los niveles de absorción y hermeticidad. Consiste en sumergir la correa en agua y dejarla secar.

PRUEBA CON AGUA SALADA

Las correas se sumergen en un líquido que tiene la misma composición que el agua salada. Un día de prueba corresponde a unas tres semanas de inmersión en agua salada, lo cual permite probar la resistencia, el brillo y la no deformabilidad de la correa, además de la resistencia de la hebilla a la corrosión.

PRUEBA DE RESISTENCIA AL USO

La prueba de resistencia al desgaste simula repetidamente la acción de colocarse el reloj en la muñeca para comprobar las reacciones tanto de la correa como de la hebilla.